El teatro no solo es un vehículo que nos ayuda a dar rienda suelta a nuestras emociones más difíciles y a través del cual encontramos una vía de expresión y drenaje de las mismas, sino que, además, es un gran medio de autoconocimiento. El ser humano está habitado o formado por muchos personajes, facetas, voces y debemos tomar el papel de director de escena de nuestras vidas… 

Cuando nos relacionamos con el exterior no lo hacemos desde la totalidad de nuestro ser, elegimos la máscara que mejor se adecua a las circunstancias. El problema viene cuando nos identificamos con uno solo o un pequeño conjunto de esos personajes y estos toman las riendas de nuestra vida, porque nos estaremos perdiendo la riqueza del poliedro que somos y corremos el riesgo de vivir una vida chata y simple con un armario lleno de personajes reprimidos que, cuando menos lo esperemos, gritarán por salir a escena a decir su texto. 

Si no reconocemos esos personajes los sentiremos como amenazas y tenderemos a seguir reprimiéndolos en una lucha interna sin fin que nos llevará a la más profunda infelicidad.

El arte dramático no es más que un juego en el que indagamos en lo que SOMOS al actuar otros personajes. Y en ese juego iremos descubriendo poco a poco la riqueza de dicho poliedro.

Actriz, consultora en Mindfulness y Desarrollo Transpersonal, tutora y facilitadora en la Escuela de Desarrollo Transpersonal. 

Trabajé con niños abusados y maltratados usando el poder terapéutico del teatro y fue una de las experiencias más bonitas que he tenido en mi vida. 

Llevaba años aplicando el arte dramático en la docencia por su poder terapéutico de autoconocimiento y desarrollo personal. Hace algunos años, a raíz de un cáncer desperté de mi vida inconsciente y  descubrí que mi vocación de servicio era tan grande y honda como la de actriz. Decidí, entonces, formarme como consultora y terapeuta en la Escuela de Desarrollo Transpersonal, entre otras, para poder acompañar desde un lugar seguro a aquellas personas que de forma natural acudían a mí en busca de ayuda. Hoy soy una apasionada del desarrollo Transpersonal y vivo el acompañamiento como una misión de vida, sirviendo de ayuda a otras personas que, como yo en su día, sienten que necesitan transformar algo interiormente para vivir una vida plena y feliz.

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Los personajes que nos habitan. El poder terapéutico del teatro​​ —-> Adquirir el paquete premium